BIENVENIDOS A RUMPELSTILTSKIN

Bienvenidos elrumpelstiltskin.blogspot.com.



Este blog está asociado a la página Juegos Culturales Rumpelstiltskin (http://rumpelstiltskin.foroweb.org/) y ha sido creado para tratar en él temas de cultura general y curiosidades que, habitualmente, van surgiendo en el citado foro de juegos.

Son entradas a partir de soluciones para los diferentes concursos que planteamos:

*descubrir el personaje

*descubrir de qué se está hablando (fecha, hecho, lugar...)

*descubrir la película

*descubrir la imagen

*descubrir el sonido

etc, etc.


Deseamos que os puedan resultar interesantes estas entradas. A nosotros, así nos lo han parecido. Igualmente invitamos a quién lo deseee a pasar un rato entretenido con nosotros, sin otro objetivo que el aprender divirtiéndonos. Os sugiero que probéis. Registraros en la página arriba reseñada, para poder participar. Es totalmente gratis y no supone ningún tipo de obligación.

viernes, 14 de enero de 2011

LEO FRANK Y LA LEY DE LYNCH

Leo Frank fue un judío americano nacido el 17 de abril de 1884 en Cuero, Texas, aunque recién nacido, su familia se mudó a Brooklyn, Nueva York. Él estudió en la escuela pública y en el Instituto Pratt. Era muy aficionado al baloncesto y a la lectura.



Posteriormente se graduó en ingeniería en la Universidad Cornell, donde participó en el equipo de debate y se aficionó a la fotografía paisajística. Acabados los estudios, trabajó en un par de empresas en Hyde Park, Massachusets y en Nueva York hasta que en 1907 su tío, Moses, le convenció para marchar a Atlanta a trabajar en la National Pencil Company, en la que acababa de invertir.



Marchó a Alemania ha especializarse en la manufactura de lápices y retornó en 1908 para asumir su tarea en la nueva empresa. En aquella época, aunque ya habían pasado casi 50 años desde la Guerra de Secesión, el Estado de Georgia vivía aún bastante en el pasado.

Al poco de llegar allí, Leo Frank conoció a Lucille Selig, otra judía de buena familia de industriales. De hecho, dos generaciones antes, los Selig habían fundado la primera sinagoga de Atlanta. Se casaron en 1910 y ella quedó embarazada en 1913.



La comunidad judía de Atlanta era la más numerosa de los Estados del Sur. Los Frank se movían en un ambiente culto y filantrópico, que incluía frecuentes visitas a la ópera o partidas de bridge.

Sin embargo, a pesar de todo ello, Frank no era muy popular. Era industrial, era yanki y era judío, que aunque el Sur no era muy conocido por su antisemitismo, todo sumaba para considerarle diferente.

Mary Phagan era una pequeña nacida en 1899. Desde los 10 años tuvo que empezar a trabajar. En 1912, se incorporó a la National Pencil Company. Más niños trabajaban allí con ella.



En la madrugada del 27 de abril de 1913, es descubierto el cadáver de la niña. El vestido levantado por encima de las rodillas. Signos de violencia en cara y cabeza. Sangre manando de oídos y boca. Una cuerda rodeándole el cuello.

Había sangre en la rampa de servicio anexa. Pero la prueba se manejó inadecuadamente y se perdió. Había huellas dactilares con sangre en la chaqueta de la niña. No parece que se analizaran nunca. Un camino con apariencia de haber sido por donde se arrastró el cadáver fue múltiplemente pisoteado y nada se sacó de él.

También se hallaron dos notas manuscritas junto a Mary. A través de ellas, las primeras sospechas recayeron sobre Newt Lee, el vigilante nocturno que había descubierto el cuerpo.



En un primer momento, Leo Frank dijo que Lee había fichado en todos los intervalos en que debía durante su turno, cada media hora. Posteriormente, dijo que no lo hizo en tres de ellos. Se detuvo a Lee y a un amigo de Mary. Pero poco a poco, la Policía llegó a la conclusión de que no habían sido ellos. Una camisa manchada de sangre fue hallada en casa del vigilante, pero la Fiscalía, posteriormente, consideró que había sido puesta allí por el propio Frank.

Los periódicos se lanzaron sobre la noticia. En particular, el grupo de William Randolph Hearst acababa de comprar The Georgian, y llevó adelante su estilo de periodismo amarillo al tratar el tema.

Se empezó a mirar a Leo Frank con sospechas. Recordó, la Policía, que no había contestado al teléfono la noche del crimen, cuando le llamaron a las 4 de la mañana. Igualmente, vieron aquel día que Leo parecía francamente nerviosos. Él lo achacó a que no le habían informado del motivo por el que le requerían.



Se detuvo al conserje de la fábrica, Jim Conley, tras verle limpiando una camisa e intentando ocultarlo. En un primer momento, negó haber escrito las notas. De hecho, afirmó no saber leer ni escribir. Pero sabía, y lo reconoció posteriormente. Cambió su historis e implicó a Leo Frank.

Afirmó que fue éste quien le hizo escribir las notas a cambio de dinero. Al principio, la Policía no le creyó. Implicaba premeditación por parte de Frank. Además, era muy raro que metiera en el ajo a un hombre como Conley. Presionaron a éste que, poco a poco, fue cambiando su historia.

Dijo que Frank le contó que había dejado caer sin querer a la niña y que se había golpeado en la cabeza. Que le ayudó a llevar el cuerpo y que, después, le hizo escribir las notas. La Policía quiso enfrentar a Conley y Frank, pero el segundo se negó al no poder asistir su abogado. Ésto provocó que diera mayor sensación de culpabilidad. Además, se tenía la sensación que Conley no era capaz de inventar, por sí sólo, una historia tan complicada. Un hombre negro no era tan inteligente como para ello.



Frank fue llevado a juicio.

A pesar de contar con un equipo de prestigiosos abogados el testimonio de Conley, así como otros que abundaban sobre las costumbres sexuales del reo, fueron clave para su condena.

Posteriormente, el abogado defensor de Jim Conley dejó de representarle alegando que creía que era culpable. Sin embargo ésto no se tomó en cuenta en lo que a Frank se refiere.

Las posteriores apelaciones del condenado lograron que se le conmutara la pena por cadena perpetua. Pero se levantaron algunas voces en contra de esta decisión. En particular, la de Tom Watson, un político local que se había mostrado particularmente beligerante contra el judío. Escribió elogiosamente sobre la Ley de Lynch, calificándola como un signo de que el sentido de la Justicia anida entre los ciudadanos.



Casi 30 personas formaron los Caballeros de Mary Phagan. Su objetivo, secuestrar a Leo Frank y hacer justicia. Desde un taxista hasta el futuro Gobernador. Desde los miembros de la oficina del Sheriff hasta granjeros. Abogados, electricistas, médicos... Lograron su propósito y se llevaron a Frank de la prisión.

Era el 16 de agosto. Unos 300 kilómetros les separaban de Marietta, la ciudad de Mary Phagan. Allí, le ahorcaron.





En los días posteriores, casi la mitad de los 300 judíos de Georgia se fueron. El caso había sido sonado. Su cobertura internacional fue semejante a la del secuestro del hijo de Charles Lindbergh. Watson en el Jeffersonian escribió que la Voz del Pueblo era la Voz de Dios. Quince días después, algunos de los miembros de los Caballeros de Mary Phagan quemaron una gran cruz en Stone Mountain. El Ku-Klux-Klan resurgía.

Pero más de 60 años después, Alonzo Mann, un chico de la oficina de Leo Frank, contó a las autoridades que había visto a Jim Conley cargando con el cadáver de la chica. Su testimonio contradecía el de Conley. Éste, afirmó Mann, le había amenazado de muerte y sus padres le dijeron que callara.



Pero ya octogenario, restaban tres años para su muerte, el chico de la oficina quiso contarlo todo para poder morir en paz. Habló e incluso pasó la prueba del detector de mentiras.

La Liga Anti-Difamación, comandada por Charles Wittenstein se puso el objetivo de lograr el perdón póstumo para Leo Frank. En un primer momento, fue denegado. Las pruebas se habían perdido. No había manera de afirmar, ya, si Frank era culpable o inocente. Sin embargo, en 1986, y atendiendo también al hecho de que el Estado no había podido proteger al reo, Frank fue perdonado.





jueves, 23 de diciembre de 2010

Gilles de Rais

En la 29ª edición del juego "Descubre al personaje" apareció este noble y asesino en serie francés del siglo XV, el segundo asesino en serie más prolífico de la historia con 200 víctimas probadas y 600 posibles, solo superado por Dr Harold Shipman con 218 víctimas probadas y 250 posibles.

Gilles de Rais


Uno de los peores asesinos de Europa. Peleó al lado de Juana de Arco durante la Guerra de los Cien Años y fue un elemento clave en la expulsión de los ingleses de Francia. Debido a sus méritos bélicos, el Rey Carlos VII lo nombró Mariscal de Francia y se fue a vivir a Bretaña donde transformó sus impulsos heroicos en tortura y muerte. Disfrutaba matando varones jóvenes a los cuales sodomizaba antes y después de decapitarlos. Cuando no tenía ganas de hacerlo por sí mismo, disfrutaba observando a sus sirvientes destrozando a los niños y masturbándose en sus entrañas.


Dado que era un Barón, nadie sospechó de él cuando los niños comenzaron a desaparecer en las cercanías de su castillo. Fue un gran patrón de las artes y le encantaba estudiar alquimia y otras artes mágicas. Su reino de terror finalizó cuando el Duque de Bretaña desenterró los restos mutilados de 50 niños en su castillo. Gilles de Rais confesó 200 asesinatos pero se cree que pudieron haber sido hasta 600. El 26 de Octubre de 1440. Gilles de Rais fue quemado y colgado simultáneamente. También fueron quemados dos de sus ayudantes.


Fragmentos de la declaración de Gilles de Rais en el juicio:

“Yo, Gilles de Rais, confieso que todo de lo que se me acusa es verdad. Es cierto que he cometido las más repugnantes ofensas contra muchos seres inocentes –niños y niñas- y que en el curso de muchos años he raptado o hecho raptar a un gran número de ellos –aún más vergonzosamente he de confesar que no recuerdo el número exacto- y que los he matado con mi propia mano o hecho que otros mataran, y que he cometido con ellos muchos crímenes y pecados".
"Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos; con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos; a otros los até con cuerdas y sogas y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron. Confieso que experimenté placer en herirlos y matarlos así. Gozaba en destruir la inocencia y en profanar la virginidad. Sentía un gran deleite al estrangular a niños de corta edad incluso cuando esos niños descubrían los primeros placeres y dolores de su carne inocente".
"Contemplaba a aquellos que poseían hermosa cabeza y proporcionados miembros para después abrir sus cuerpos y deleitarme a la vista de sus órganos internos y muy a menudo, cuando los muchachos estaban ya muriendo, me sentaba sobre sus estómagos, y me complacía ver su agonía...".
"Me gustaba ver correr la sangre, me proporcionaba un gran placer. Recuerdo que desde mi infancia los más grandes placeres me parecían terribles. Uno se cansa y aburre de lo ordinario. Empecé matando porque estaba aburrido y continué haciéndolo porque me gustaba desahogar mis energías. En el campo de batalla el hombre nunca desobedece y la tierra toda empapada de sangre es como un inmenso altar en el cual todo lo que tiene vida se inmola interminablemente, hasta la misma muerte de la muerte en sí. La muerte se convirtió en mi divinidad, mi sagrada y absoluta belleza. He estado viviendo con la muerte desde que me di cuenta de que podía respirar. Mi juego por excelencia es imaginarme muerto y roído por los gusanos."
"Yo soy una de esas personas para quienes todo lo que está relacionado con la muerte y el sufrimiento tiene una atracción dulce y misteriosa, una fuerza terrible que empuja hacia abajo. Si lo pudiera describir o expresar, probablemente no habría pecado nunca. Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla."

jueves, 16 de diciembre de 2010

ERNEST DUCHESNE Y EL DR. FLEMING



Ernest Duchesne es un personaje bastante poco conocido en la Historia de la Medicina. Sin embargo, el tiempo se ha encargado de valorarlo en la medida justa. Quizá su fallecimiento a temprana edad le privó de ese reconocimiento.

Duchesne nació el 30 de mayo de 1874 en París. A la edad de 20 años, en 1894, ingresó en la École du Service de Santé Militaire en Lyon, la Escuela del Servicio de Salud Militar.





Su tesis se titularía "Contribución al estudio de la competencia vital en microorganismos: antagonismo entre mohos y microbios".

Propuso este trabajo en 1897 para su doctorado. Se trataba de la primera ocasión en la que se valoraba el uso de mohos por su actividad antimicrobiana.

Este avance se le ocurrió tras observar que los mozos de establo árabes que trabajaban en la Escuela Militar dejaban sus sillas de montar en un lugar oscuro y húmedo, para conseguir que el moho creciera en ellas. Les inquirió acerca del motivo. Los mozos le respondieron que el moho ayudaba a curar las úlceras que las sillas provocaban a los caballos.



Duchesne, intrigado por el tema, preparó unas inyecciones de un preparado de moho y se lo inyectó a una serie de conejillos de indias plagados de enfermedades. Todos sanaron.

Comenzó a centrarse en el estudio con más dedicación. Hizo experimentos con la Escherichia coli, una bacteria, y el Penicillium Glaucum, un hongo. En un cultivo con sólo estos dos organismos, el segundo eliminaba totalmente a la primera.


Igualmente, constató que un animal inoculado con una dosis letal del bacilo de la fiebre tifoidea, sanaba si se le inyectaba el Penicillum Glaucum. Ésto contrastaba con la cepa descubierta por Fleming, la Penicillium Notatum, que no afectaba a ese bacilo.

Por estas fechas, Duchesne contaba 23 años y no le conocía nadie. Quizá por ello, el Instituto Pasteur ignoró su publicación. El estudio requería más experimentos, pero el joven tuvo que incorporarse al Servicio Militar. Trabajó como interno un año en el Val-de-Grace. Alcanzó el grado de Comandante de segunda clase.

En 1901 se casó con una chica de Cannes, Rosa Lassalas, que enfermó de tuberculosis y falleció dos años después. Posteriormente, en 1904, el propio Ernest Duchesne cayó enfermo, al parecer, de lo mismo que su mujer.

Tres años después, en 1907, fue relevado del servicio e internado en un Sanatorio en Amélie-les-Bains. Fallecería el 12 de abril de 1912, siendo enterrado en Cannes, en el cementerio du Grand Jas.





En 1928, 32 años después del descubrimiento de Duchesne, el Doctor Alexander Fleming descubrió que colonias de la bacteria staphylococcus aureus podían ser destruidas por el Penicillium Notatum. Sin embargo, por aquellas fechas aún se desconocía la verdadera importancia de este avance.



En 1939, el Dr. Howard Florey, farmacólogo australiano, se centró, junto a otros tres colegas de la Universidad de Oxford, en los trabajos que demostraban la capacidad de la Penicilina para matar bacterias. Los problemas económicos derivados de la II Guerra Mundial, les obligaron a marchar a Estados Unidos, con una pequeña cantidad de Penicilina, y allí prosiguieron sus trabajos.

A partir de una cepa extraída de un melón mohoso en el mercado de Peoria, consiguieron empezar a incubar grandes cantidades.



De resultas de sus investigaciones, en 1945, Florey, Fleming y Ernest B. Chain, compartieron el Premio Nobel de Medicina. Había pasado casi medio siglo desde que Duchesne observó a aquellos mozos de establo.

Sí es cierto que los trabajos del francés se desarrollaron con el Penicillium Glaucum, que era un término que se usaba para diferentes tipos de hongos, mientras que los ganadores del Nobel trabajaron con el Penicillium Notatum, que, al contrario que el primero, no curaba la bacteria tifoidea. Al no haberse guardado muestras de el moho usado por Ernest Duchesne, no se puede saber, a ciencia cierta, qué sustancia era la responsable de esa cura.

En 1946, por fin, una publicación de Ramón & Richou reconoció que los primeros trabajos con la Penicilina correspondían a Ernest Duchesne. A partir de ahí, se empezzó a escribir sobre él y se publicaron sus trabajos en lujosas ediciones. Se le considera ya el "teórico precursos de la acción antibiótica de la penicilina".



En "Una historia de antibióticos" se reconoce que si bien Fleming es considerado el descubridor de la Penicilina, en realidad, habría que calificarle de re-descubridor, pués Ernest Duchesne ya lo había hecho décadas antes. Sin embargo, el médico francés falló a la hora de encontrar una conexión entre el hongo y la sustancia que tiene propiedades antibacteria.



Reseñar que Alexander Fleming, galardonado ya con el Nobel, reconoció en un discurso en Lyon que Duchesne era el verdadero descubridor del moho, pero, al haber pasado desapercibidos sus trabajos, ni el propio Fleming, ni sus dos compañeros, habían oído jamás nada sobre las investigaciones del parisino. Fleming le hizo el homenaje de reconocer que, mientras su descubrimiento de las propiedades antibacterianas del Penicilium habia sido producto del azar, el de Ernest Duchesne habia sido fruto de una investigacion metodica.

A Ernest le hubiera gustado oirlo.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Wenceslao Moreno "Señor Wences"

Wenceslao Moreno Centeno, más conocido como Señor Wences (Peñaranda de Bracamonte, Salamanca, 17 de abril de 1896 – Nueva York, 16 de abril de 1999), ventrílocuo español, considerado el mejor del mundo, tío del también ventrílocuo y productor José Luis Moreno.

Hacia 1920 intentó ser novillero; empezó a explotar su don en la ventriloquia y emigró a América del Sur y desde allí, en 1935, a Nueva York. Hablaba ocho idiomas y reproducia once voces distintas sin mover los labios En activo hasta 1996 y técnicamente irreprochable, el Señor Wences no necesitaba ni siquiera muñecos: con su puño cerrado, en el que dibujaba unos labios, y algún peluquín para completar el efecto, creaba personajes mágicos y divertidos; su Johnny se dedicaba a fastidiar cáusticamente al propio Señor Wences.


Sus constantes apariciones en el show de Ed Sullivan, en Broadway y en el circuito del music hall convirtieron al emigrante salmantino en uno de los españoles más familiares para los estadounidenses. Realizo cuarenta y ocho actuaciones de diez minutos en el show de Ed Sullivan, cobrando por cada una 10.000 dolares, cifra descomunal para la epoca.


 El 24 de septiembre de 1996 el Ayuntamiento de Salamanca otorgo su nombre a una calle, asi como un monolito dedicado y en Estados Unidos, el manager neoyorkino Marty Fisher coordino un homenaje al cumplir Wences cien años.

 El Ayuntamiento de Nueva York concedio su nombre a una calle de Broadway, proxima a los estudios donde se emitia el show de Ed Sullivan.

La ciudad de Las Vegas le rindio un multitudinario reconocimiento y fue distinguido por el Sindicato de Actores de America como el actor mas longevo.

martes, 9 de noviembre de 2010

OLEG PENKOVSKI, "AGENT HERO"

El mundo del espionaje está repleto de grandes historias y apasionantes tramas. Es un mundo muy cinematográfico, muy literario, protagonizado, generalmente, por oscuros personajes que, habitualmente, no llegan a ser conocidos por el gran público.

Hoy voy a dedicar esta entrada a uno de los espías más importantes y de mayor relevancia que ha habido.

Oleg Penkovsky nació en mayo de 1919 en la Unión Soviética, concretamente en Vlakikavkaz, Osetia del Norte. Hijo de un oficial que murió luchando en el Ejército Blanco, durante la Guerra Civil que les enfrentó con el Ejército Rojo, Oleg se graduó como Teniente en la Academia de Artillería de Kiev. Luchó en la Guerra de Invierno contra Finlandia y en la Segunda Guerra Mundial, en la que alcanzaría el grado de Teniente Coronel.



Como oficial del GRU (Glavnoe Razvedyvatel'noe Upravlenie), el Servicio de Inteligencia Militar puesto en marcha en 1918 bajo las órdenes de Trotsky, fue destinado como agregado militar a Ankara. También trabajó, después, en el Comité Soviético de Investigación Científica.

Su carrera era excelente. Gozaba de la amistad de Iván Serov, hombre fuerte del GRU. Podía viajar y conocer otras realidades, tan alejadas de lo que él veía en la URSS. Oleg Penkovsky no se convirtió en espía por dinero, o por venganza. Oleg Penkovsky comprendió que el régimen soviético era una desgracia, una lacra para su país. Y dio el paso de colaborar con Occidente para luchar contra ello, contra esa situación.

En 1960, Oleg Penkovsky pasó un paquete a unos estadounidenses que visitaban Moscú. El paquete llegó después a la CIA, pero la Agencia de Inteligencia no se fiaba. Sospechaban que podía estar siendo vigilado, o, quizá, que se trataba de una trampa para habilitar un espía doble.

Durante un viaje a Inglaterra, Penkovsky logró organizar una reunión con el MI6, el Servicio de Inteligencia Británico. Contó con la confianza de uno de sus miembros, Greville Wynne. Por su parte, los ingleses lograron vencer la desconfianza norteamericana hacia este hombre, y se comprometieron a compartir con ellos toda la información que recibieran.


Y vaya si recibieron.

Durante los siguientes meses, desde primeros de 1961, hasta octubre de 1962, fueron miles las fotografías que Oleg Penkovsky logró hacer llegar a sus contactos en el MI6 destinados en Moscú. También, aprovechando sus pocos viajes, hizo llegar otros documentos a la CIA o el SIS. Su código occidental era "Agent Hero" ("Agente Héroe").

Acostumbraba a esconder la información en cajas de bombones. Su firma, siempre la misma, Young. En Moscú, despertó sospechas. Fue vigilado y seguido, pero no encontraron nada para actuar contra él.



Durante el tiempo de la actividad de Penkovsky como espía, se produjo la famosa crisis de los misiles cubanos. La URSS comenzó a desplegar en la Isla Caribeña sus armas nucleares con la esperanza de que los Estados Unidos se enteraran demasiado tarde, cuando ya fuera un hecho consumado. Los rusos estaban cortos de misiles de largo alcance. Desde Cuba, en cambio, podían apuntar sus cabezas nucleares hacia los Estados Unidos. Además, de este modo, compensaban, a su vez, la amenaza que para ellos suponían los misiles americanos ubicados en Turquía y la República Federal Alemana.

El Presidente Kennedy descubrió los planes soviéticos antes de lo que los rusos esperaban, los aviones espías U-2 se encargaron de ello, pero no tenía suficientes datos para tomar las decisiones adecuadas. Necesitaba saber más. Sobre todo, necesitaba conocer el estado del armamento nuclear soviético, la principal incógnita a la hora de decidir una respuesta. Urgía recibir esta información y la CIA tenía que ser la encargada de proporcionarlos.



La CIA habló con el MI6. Necesitaban que Penkovsky respondiera a las preguntas que Kennedy se hacía. Oleg recibió la petición. Y una coletilla. Urgente. En sólo dos días, el espía respondió. La URSS, en aquellos momentos, estaba lejos de poder iniciar o mantener un conflicto nuclear. La información llegó al Presidente estadounidense que, a partir de ese momento, pudo tomas las decisiones partiendo de una tranquilidad que antes no tenía.

Pero Penkovsky, para responder a esta solicitud urgente, se había arriesgado demasiado. Las investigaciones del contraespionaje ruso y los datos recibidos por del agente doble británico George Blake, le señalaron directamente.



Pusieron un veneno en la silla de su oficina. Él cayó enfermo y los soviéticos pudieron, mientras estaba en el hospital, registrar su despacho y su casa. Encontraron documentación más que de sobra para incriminarle.

El 22 de octubre de 1962 fue arrestado. Le torturaron hasta que reconoció todos los hechos de que le acusaban. En 1963, en un juicio sumarísimo, fue condenado a muerte. Su valedor, Iván Serov, cayó en desgracia, perdió su cargo y acabaría suicidándose.

Oleg Penkovsky fue ejecutado. Según una fuentes, mediante el habitual tiro en la nuca. Sin embargo, otras diversas informaciones, como las del miembro del GRU Vladimir Rezun o las del escritor Ernest Volkman, hablan de una cinta en blanco y negro en la que se ve a Oleg Penkovsky atado a una tabla mientras se le introducía poco a poco, de pies a cabeza en un crematorio, ante la vista de otros oficiales.



En cualquier caso, Oleg Penkovsky debe ser recordado como un hombre que luchó por la libertad y contra el comunismo, que luchó para que en su país cambiaran las cosas, que luchó contra un régimen que llevaba a sus espaldas millones y millones de muertes, como ningún otro en el siglo XX había causado, que mantenía a su población prisionera y bajo la bota del terror.

Y lo hizo a riesgo de su vida y sin ninguna otra motivación que el saber que hacía lo justo y lo correcto.

viernes, 29 de octubre de 2010

EDWARD JAMES Y LAS POZAS DE XILITLA

Edward Frank Willis James vino al mundo en agosto de 1907, en Greywalls, Escocia, en el seno de una aristocrática familia. Su padre, William James, era un magnate americano de los ferrocarriles. Se codeaban con las capas más altas de la sociedad, de hecho, la residencia que la familia tenía en Sussex, West Dean, recibía, con frecuencia, las visitas del rey Eduardo VII, que habiá sucedido a la reina Victoria a su muerte, en 1901. El pequeño fue llamado Edward, precisamente, en honor del monarca. Tan habituales eran, de hecho, las visitas que realizaba a la residencia de los James que, durante toda la vida de Edward corrió el rumor de ser, realmente, hijo suyo.



Desde joven, el pequeño Edward se interesó por el arte. En 1922, comenzó a escribir poesía, alcanzando algún premio. En 1926, ingresa en la Universidad de Oxford. Ya en los años 30 orientó su interés artístico hacia el movimiento surrealista. Fue mecenas de Dalí o Magritte. Aparece en el cuadro del pintor catalán "Swan reflecting elephants (Cisnes reflejando elefantes)", así como en "La reproduction interdite", del belga.





Tras patrocinar el pabellón surrealista de Nueva York de 1939, se producirían una serie de diferencias entre Salvador Dalí y Edward James que les separarían definitivamente.

El millonario escocés llegaría a México en 1944, abandonando los círculos aristocráticos y artísticos de Londres, Nueva York o Hollywood. Casi por casualidad, llegó a Xilitla, un pequeño enclave, un pueblo cafetalero de la Sierra Madre mexicana. Allí se dedicó, en cuerpo y alma, a crear un Jardín del Edén. Junto a Roland Mackenzie y su amigo mexicano, Plutarco Gastelum, se pone a ello y, a tal efecto, adquiere 40 hectáreas de un terreno llamado Las Pozas.

Su primera intención era hacer un jardín de exóticas orquídeas, pero una inoportuna helada dio al traste con el proyecto. Tampoco cuajó su segunda intención, la creación de un zoológico personal.

Sin embargo, con la ayuda de sus dos amigos y de trabajadores huastecos, comenzó a construir una serie de estructuras arquitectónicas delirantes, fruto de su surrealista imaginación.





Consiguió una construcción de características oníricas, con elementos góticos o egipcios. Hay puertas y ventanas, pasillos y escaleras, pero sin ningún asomo de su lógica útil habitual. Las escaleras no llevan a ningún lado, los arcos están invertidos, traspasas una puerta que parece de entrada, para, al otro lado, dar la sensación de haber salido. El mismo James llegó a escribir, a lápiz, sobre la parede de su vivienda: "Mi casa tiene alas, y, a veces, en la profundidad de la noche, canta..."





Edward James vivió a caballo entre Londres y México el resto de su vida, hasta su fallecimiento en 1984, a los 77 años. Su viejo amigo, Plutarco Gastelum, heredó la propiedad. Pero las intensas lluvias estacionales, características de la zona, se fueron filtrando a las barras metálicas de refuerzo, provocando su oxidación y el debilitamiento de las columnas. Plutarco y su familia lo mantenían lo mejor que podían, pero carecían de los medios suficientes.

Un banquero mexicano, Roberto Hernández, crecido cerca de allí, se empeñó en recuperar Las Pozas y mantenerlas en buen estado. Convocó a filántropos, políticos y expertos en 2006, entre ellos, a los fiduciarios de la fundación Edward James, que gestionan en Inglaterra su vieja propiedad, West Dean, hoy, una de las más famosas escuelas de arte decorativas, y que no conocían la obra del filántropo. Recorrieron el lugar, que había perdido parte de su pasado esplendor. Se trataba de algo muy alejado de aquello a lo que los multimillonarios ingleses estaban acostumbrados. Roberto Hernández quería invertir en el sitio, crear una fundación y mantenerlo y preservarlo en las mejores condiciones posibles.



Cien años después del nacimiento de Edward James, en el verano de 2007, el proyecto se hizo realidad. Una asociación formada por el banquero Hernández, el productor de cemento mayor de México, Lorenzo Zambrano, y el gobierno del estado de San Luis Potosí compró Las Pozas por 2.2 millones de dólares. Para supervisar la preservación y la restauración del sitio, se había creado el Fondo Xilitla, con un comité constituido por figuras del arte internacional, arquitectos mexicanos reconocidos y representantes de la Fundación Edward James en West Dean, Inglaterra.

El sueño de Edward James logró, así, su supervivencia y podrá seguir siendo visitado, en las mejores condiciones, por todos aquellos que deseen asomarse a su mente surrealista.

Concluyo esta entrada con la pintura de Magritte "The principle pleasure: Portrait of Edward James" y con una foto del personaje que, aquí, hemos recordado.



domingo, 17 de octubre de 2010

LA BARONESA MOURA BUDBERG



Moura (Maria Ignatievna) Zakrevskaya nació en Rusia en 1891, hija de un noble, Ignaty Platonovich Zakrevsky.

A la edad de 20 años se casó con el Conde Johan von Benckendorff, convirtiéndose en Condesa. Tenía, este diplomático zarista una propiedad en Estonia. En ella sería asesinado a golpes ocho años después por un campesino. Eran los tiempos de la Revolución bolchevique.

En aquella turbulente época, la Condesa Benckendorff comenzó un romance con el jefe del espionaje británico, Robert Bruce Lockhart. En los primeros años 20, Lockhart fue detenido acusado de formar parte de un complot para asesinar a Lenin. Se le condenó a muerte. La leyenda dice que Moura hizo uso de sus encantos con el Comandante de la cheka, y ayudó a Lockhart a huir.




El espía británico, ya a salvo, escribió un famoso libro, "Memorias de un agente secreto", donde mencionaba, con seudónimo a Moura. Michael Curtiz la llevaría al cine en 1934 con el título de "Agente Secreto", protagonizada por Leslie Howard.

Con su amante ya a salvo, Moura se casó, en 1922, con el Barón Nikolai von Budberg-Bönningshausen. El matrimonio no duraría mucho, pero ella mantuvo, desde entonces, el título y el apellido. Gracias a este matrimonio pudo obtener la ciudadanía estonia y volver a ver a sus hijos.

Por aquellos tiempos, se convirtió en secretaria y también amante del escritor Máximo Gorki. A través de él conoció a Lenin y Stalin. Se comenta que ella ayudó, y mucho, al acercamiento entre el escritor y el dictador ruso. Gorki pasó de criticar al sistema a defenderlo a capa y espada. Gorki dijo de su amante: "Ella lo sabe todo y está interesada en todo".




Dentro ya del mundillo literario, conoció al autor de ciencia-ficción H.G. Wells, un conquistador, aunque ya un poco barrigon por aquel entonces. Él era treinta años mayor que ella. Somerset Maugham la preguntó, por ello, en cierta ocasión qué había visto en él. "Su olor a miel", respondió la Baronesa.




En los años treinta, fijó su residencia ya en Londres. Archivos desclasificados en 2002 demostraban que Moura era investigada por el contraespionaje inglés desde 1922. Aún así, su vida sigue siendo un misterio. Se sospecha que trabajó para los alemanes en la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, para los soviéticos y, al tiempo, para los británicos.

Durante décadas fue una figura misteriosa en el mundillo cultural londinense. Escribió libros y también lo hizo para el cine. Laurence Olivier y Sidney Lumet, llevaron a la pantalla sus guiones.

Podía ser una mujer sorprendentemente indiscreta. En una conversación en 1951 le dijo a un exoficial del MI6 que Anthony Blunt era un comunista secreto. No se la consideraba una fuente lo suficientemente fiable. Por ello, hasta 1979 no se descubrirían las actividades de Blunt, 28 años después de la indiscreción de la Baronesa.

Como anécdota decir que es tía tatarabuela de Nick Clegg, Viceprimer Ministro inglés.

En definitiva, una mujer misteriosa en vida y aún hoy, 36 años después de su muerte. ¿Espió para los alemanes, soviéticos e ingleses? Todo parece indicarlo, pero no se ha podido probar. Quizá sea mejor así. El misterio resulta más interesante.